domingo, 13 de marzo de 2011

Los capos de la litis

Caso aparte es el de los abogados Javier Nucamendi y Leandro Hernández. El primero era un oreja de la Secretaría de Gobierno en los tiempos de González Pedrero, que como abogado litigante fue la contraparte de Miguel en un juicio litigioso y terminó por vender el caso al capo, quien en pago de ese favor lo nombró primero su asesor jurídico y luego el ombudsman del periódico, figura que es una burla a los lectores y a sus derechos que dice defender. Cuando se trata de criticar al gobierno por instrucciones de la mafia, Nucamendi asume la encomienda con pasión, se olvida que supuestmente representa a los lectores, no a la empresa y se presenta a la radio de los Cantón para lanzar toda clase de diatribas. No ha dudado en decir que el Ejército y el gobierno federal no pueden ni van a poder contra la narcodelincuencia.
Leandro Hernández es un abogado que de la noche a la mañana dejó de dar clases en la carrera de derecho de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, debido a sus múltiples ocupaciones en la defensa de casos de Miguel y sus hermanos. Es el cerebro jurídico y el cabecilla de la red de abogados que tiene a su servicio el narcotráfico en Tabasco, aunque cuida su imagen y prefiere no aparecer nunca en los juzgados.

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