martes, 15 de febrero de 2011

Gurría, cambio de amo

El 1 de enero de 1992 se cumplieron tres años de gobierno de Salvador José Neme Castillo, el tiempo fatal para los gobernantes tabasqueños pues se evita una nueva elección. El día 20 de ese mes, la cabeza de Chavo, rodó y en su lugar fue nombrado Manuel Gurría Ordóñez, como sustituto.
El diario Tabasco Hoy fue el primero en ponerse la camiseta gurriísta y denostar al caído que tanto les había dado. El castigo para Neme fue brutal, lo exiliaron en la ciudad de México donde le dieron un cargo de tercer nivel en la Secretaría de Agricultura al mando de Carlos Hank González, ahí esperó su muerte que le sobrevino meses después.
En Tabasco el rotativo del Chino Miguel Cantón, vendió leña del árbol caído haciendo una campaña que hundió aún más al ex gobernador y sus colaboradores, muchos de ellos huyeron del estado y otros fueron a dar a la cárcel.
Sin remordimiento alguno, El Ratón, solía decirse:

--En este oficio, nadie puede darse el lujo de ser débil, no importa aliarse hasta con el diablo, ya salí de pobre y por segunda vez debo seguir escalando hacia las riquezas y el poder. Uuuhmmm, mi hermano Oscar tiene que llegar a gobernar Tabasco, esa
es la meta.

El cambio de gobierno en 1992 le cayó como anillo al dedo al Chino Cantón, pues Manuel Gurría Ordóñez ratificó a Oscar Cantón Zetina en la representación del Gobierno en el Distrito Federal, posición que mantuvo hasta poco después de la muerte del senador Nicolás Reynés Berezaluce (23-VII-92), de quien era suplente en la Cámara Alta. Óscar fue llamado para ocupar el escaño vacío en el Senado hacia mediados de noviembre de ese año; además de que el nuevo gobernante era un hombre temeroso que siempre había vivido a la sombra del “célebre” profesor Hank.
El Ratón Miguelito había quedado en medio del juego de intereses del poder equipado con el arma que sabe manejar como ninguno y que le heredó su padre: el periodismo mercenario, de chantajes y traiciones. Con Gurría, decían los tabasqueños “salimos de Guatemala y entramos a Guatepeor”; y aunque hizo un papel desastroso y las movilizaciones sociales encabezadas por Andrés Manuel López Obrador se incrementaron, mantuvo abiertas las arcas públicas a la prensa, a la que entregó 23 mil millones de pesos en lo que restaba del año 1992.
De estos, los Cantón pudieron llevarse, según los cálculos más conservadores, unos 8 mil millones de pesos y se llevarían más, en los próximos dos años.

Oscar Cantón fue clave en la negociación del clan con Manuel Gurría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario